Este artículo forma parte de mi serie sobre lactancia, donde estoy compartiendo todo lo que me habría gustado saber antes de empezar. Si te interesa, puedes leer también:
- Lactancia: mis primeros días
- Lactancia: posturas para amamantar
- Crisis de lactancia
- Lactancia: dudas normales, dolor, grietas y otras sorpresas
Y ahora, vamos con lo práctico.
Cuando me quedé embarazada, me hice una lista de “cosas que necesitaría para dar el pecho”. Era corta: un cojín de lactancia, unos sujetadores y poco más. Me habían dicho que “solo necesitas tu pecho”. Y sí… en teoría. Pero en la práctica, hay ciertas cosas que, sin ser estrictamente necesarias, te hacen la vida muchísimo más fácil.
Este artículo no está patrocinado por nadie (¡ya me gustaría!), pero sí incluye enlaces de afiliación a productos que he usado y recomiendo. También hay algunos enlaces que no me dan ni un céntimo, pero que igualmente comparto porque me fueron útiles de verdad.
Aquí van mis imprescindibles para lactar. Los de verdad. No los que te dicen en la tienda de bebés con una sonrisa de 60 euros.
Sujetadores cómodos y prácticos
La diferencia entre un sujetador de lactancia cómodo y uno que no lo es se nota en cada toma. Yo descubrí estos de H&M que fueron mi salvación:
MAMA Pack de 2 sujetadores Seamless con relleno
Cómodos, sin aros, con tirantes anchos, fáciles de abrir con una mano… y lo suficientemente bonitos como para que no te sientas en modo “uniforme hospitalario” 24/7.
Tops y camisones que no den pelea
Para las tomas nocturnas (y las de después del desayuno, y las de antes de salir de casa… y todas), tener ropa pensada para la lactancia ayuda mucho. Yo usé este camisón y alguno más del mismo tipo que compré en Amazon:
Camisón premamá y lactancia con apertura fácil
Y también estos tops en H&M:
MAMA Pack de 2 tops de lactancia con tirantes
Discos de lactancia
Probé varias marcas y algunos parecían hojas de papel secante, otros cuando se mojan con la leche se transforman en una textura super desagradable y grumosa… Los que más me gustaron fueron estos:
Discos de lactancia desechables Philips Avent
Absorben bien, no se mueven, no se clavan, y no se te pegan al pezón como si fueran cinta adhesiva. Benditos sean.
Crema para pezones
En los primeros días, esta crema fue mi mejor aliada. Alivio instantáneo, sin necesidad de retirarla antes de la toma.
Medela crema de lanolina Purelan para pezones.
Bolsas para almacenar leche
Si te sacas leche, ya sea para tener reserva, para cuando vuelvas al trabajo o simplemente para que alguien más pueda dar un biberón, estas bolsas van genial. Eran fáciles de cerrar, se podían congelar sin miedo a fugas, y tenían espacio para poner la fecha, cantidad. Básico.
Philips Avent SCF603/25 – Pack de 25 bolsas para almacenaje de leche materna
Sacaleches
No lo usé de forma intensiva, pero para el uso que le di, me resultó cómodo y práctico. Además de tener un buen precio. Este modelo me funcionó bien:
Saca leche materno eléctrico Olmitos.
Cojín de lactancia (o dos)
Tuve dos, y no por capricho. Uno más firme para el sofá, otro más flexible para la cama, y los iba alternando según dónde estuviera o la postura que usara. Son un alivio para los brazos, la espalda y hasta para apoyar al bebé cuando ya empieza a incorporarse un poco. De hecho el más flexible me sirvió de cojín de embarazo, los últimos meses, antes de dar a luz no podía dormir sin él.
Cojin Lactancia Bebe y Almohada Embarazada para Dormir XL
Y esta es de IKEA:
Una mecedora
Yo pensaba que era un lujo prescindible… hasta que la probé. En mi caso, una de IKEA, sencilla, sin balancines mecánicos ni florituras. Pero fue (y sigue siendo) mi zona de paz, antes para dar el pecho, y ahora para dormir al niño.
Muselinas por todas partes
Nunca se tienen suficientes. Para limpiar babas, proteger la ropa, improvisar una mantita, cubrir el hombro, tapar el pecho, secar una gota de leche o hacer de almohadilla. Tenía de todos los tamaños por todas las estancia de la casa y siempre llevaba algunas en el bolso.
Delantal de lactancia
No soy especialmente pudorosa, pero reconozco que, en la calle, con barullo, viento o demasiadas miradas alrededor, a veces el bebé se distraía, se incomodaba, se soltaba y todo era un show. Este delantal fue una bendición:
Delantal de lactancia con diseño envolvente
No se pega al bebé, deja espacio para mirar sin destapar, y crea un rincón tranquilo que a veces ayuda más de lo que crees.
Galletas, agua, paciencia y una buena serie…
No son productos exclusivos de lactancia, pero también forman parte de mis imprescindibles. Tener una botella de agua cerca es vital: la sed que da la lactancia no es normal. Algo para picar también ayuda, yo necesitaba cosas dulces, sobre todo si pasas mucho tiempo con el bebé enganchado. Y paciencia, porque habrá días largos, noches eternas y momentos de duda. Yo me ponía en mi mecedora con una buena serie, el móvil cerca, agua y cosas de picoteo y a admirar la belleza de mi pequeño bebé alimentándose. ❤️
Al final, no se trata de tener una habitación llena de cosas, sino de contar con esos aliados que, en mitad de una toma marcan la diferencia.
Esos que te sostienen cuando parece que todo te supera.
Que te hacen sentir más cómoda, más segura, más acompañada.
Cada cuerpo y cada bebé son un mundo, pero si algo de esta lista te ayuda, ya habrá valido la pena compartirla.
0 comentarios