Si hay algo que un almeriense asocia automáticamente con la lluvia, son las migas. No importa la estación del año ni la hora del día: si el cielo se cubre y empieza a llover, en muchas casas se enciende el fuego y se sacan las sartenes. En mi caso, las de pan son mis favoritas, pero después de tantos años fuera, las echo de menos… y no, no me salen igual.
Este marzo ha llovido muchísimo en Almería, así que seguro que más de uno ha acabado empachado de migas. Lo peor es que me han dado ganas de escaparme solo para comerme un buen plato. Porque sí, podría hacerlas en casa, de hecho, una vez las hice aquí en Galicia y no me quedaron malas… pero tampoco buenas. Y es que no es una receta difícil, pero sí tediosa. Hay que armarse de paciencia y no parar de remover hasta conseguir la textura perfecta.
Pero bueno, para quien quiera intentarlo (o para quien esté en Almería y necesite una excusa para hacerlas), aquí va la receta tradicional de migas de pan.
Ingredientes
• 1 pan asentado (del día anterior)
• 4 dientes de ajo
• Agua
• Sal
• Aceite de oliva virgen extra
Acompañamiento (como debe ser):
• Morcilla
• Chorizo
• Magra
• Pimiento frito
• (Opcional) Sardinas asadas, que también son típicas, pero yo soy súper carnívora para las migas y siempre las prefiero con carne.
Preparación
1. Preparar el pan: Corta el pan en trozos pequeños y humedécelo con un poco de agua con sal. Déjalo reposar unos minutos para que absorba la humedad sin deshacerse.
2. Dorar los ajos: En una sartén grande con buen aceite de oliva, dora los ajos enteros.
3. Añadir el pan: Incorpora el pan humedecido a la sartén y empieza a remover con una espátula de madera, desmigándolo poco a poco.
4. Paciencia y brazo: Remueve sin parar, rompiendo las migas hasta que queden sueltas y doradas. Puede llevar unos 30-40 minutos, y aquí es donde se pone a prueba la fuerza de voluntad.
5. Acompañar como toca: Sirve las migas con morcilla, chorizo, magra y pimiento frito….
Nada como unas migas recién hechas mientras escuchas la lluvia golpear la ventana. Y aunque aquí en Galicia llueve demasiado como para tener una comida especial para esos días, quizá debería empezar una tradición… Porque en mi pueblo natal, Cuevas del Almanzora, en cuanto caen cuatro gotas, las migas son casi obligatorias.
Seguro que más de uno ha aprovechado la lluvia para hacerlas, y otros quizá ni las conocían hasta ahora. Me encantará leer vuestros recuerdos, vuestras versiones, ¿Os gustan tanto como a mi?. ¡Contadme!
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