Cámara retro

Drama digital: La tecnología de nuestros recuerdos

A veces me pongo a pensar en cómo ha cambiado la tecnología y no puedo evitar soltar una carcajada. ¡Qué tiempos aquellos! Hoy, con un par de clics, estamos viendo vídeos en alta definición, mandando mensajes instantáneos y disfrutando de internet a velocidades de vértigo. Pero, ¿os acordáis de cómo eran las cosas hace no tanto tiempo? Vamos a hacer un viaje al pasado y recordar algunas de las situaciones más divertidas y desesperantes que vivíamos con la tecnología de aquellos años.

Conexión a internet: una odisea diaria

Empecemos con la conexión a internet. Aquellos maravillosos años en los que tenías que esperar a que dieran las seis de la tarde para aprovechar la tarifa plana. ¡Ay, la tarifa plana! Era como la señal de salida para los internautas. El sonido del módem marcando el número de conexión era un auténtico ritual. Ese chirrido y pitido que parecía sacado de una película de ciencia ficción… ¡Y lo peor era que, si alguien levantaba el teléfono, adiós conexión!

En mi casa, solo había un ordenador que tenía que compartir con mis hermanos, y la lucha por usarlo era encarnizada. Confieso que era tan “malvada” que hacía sonar el teléfono a propósito para que se cortara la conexión de internet y mis hermanos se desesperaran. Después de unos cuantos intentos fallidos, solían desistir, y yo podía agenciarme el ordenador sin competencia. ¡Ah, la satisfacción de la victoria!

Si estabas descargando algo, rezabas para que nadie llamara. Porque, claro, en aquella época descargar una imagen era casi un acto de fe. La imagen iba apareciendo línea por línea, como si se estuviera revelando en un cuarto oscuro. Y ni hablar de los vídeos, eso era ciencia ficción. Una película de dos horas, en el mejor de los casos, te llevaba toda la noche y parte del día siguiente.

Teléfonos móviles: ¡Bienvenidos al blanco y negro!

¿Quién no recuerda aquellos primeros móviles en blanco y negro? Sus funciones eran bastante limitadas. No había cámara, ni aplicaciones, ni pantallas táctiles. Lo más emocionante que podías hacer era jugar a algún juego sencillo y, por supuesto, enviar mensajes de texto. Cada SMS costaba dinero, así que los economizábamos como si fueran lingotes de oro. Había que ingeniárselas para meter todo lo necesario en 120 caracteres. Y las llamadas, mejor ni hablar. Si querías decirle algo a alguien, hacías una llamada perdida para que supiera que habías llegado bien. Un lenguaje secreto que todos entendíamos: una perdida para saludar, dos para decir «llámame» y tres… bueno, eso ya era emergencia nacional.

La magia del disquete

Los disquetes también merecen una mención especial. ¿Recordáis esos disquetes de 3,5 pulgadas que no guardaban casi nada? Hoy en día, un simple GIF pesa más que todo un disquete. ¡Y ni hablar de los disquetes de 5,25 pulgadas! Esos sí que eran una reliquia. Te pasabas media vida copiando archivos de un disquete a otro porque no cabía todo en uno solo.

Las cámaras de carrete: la prehistoria de la fotografía

Antes de las cámaras digitales, estaban las cámaras de carrete. Cada foto era un misterio hasta que llevabas el carrete a revelar. La espera podía durar días y, cuando finalmente tenías las fotos en tus manos, te dabas cuenta de que algunas estaban movidas, otras mal encuadradas y, por supuesto, había alguna que otra con el dedo tapando la lente. Hoy hacemos miles de fotos con el móvil, las editamos y compartimos al instante. Pero en aquellos tiempos, una foto buena era motivo de celebración. Y ni hablar de la cantidad de dinero que gastabas en revelar fotos que a veces ni siquiera recordabas haber tomado.

La televisión: la reina del entretenimiento

Antes de Netflix, HBO y Amazon Prime, la televisión era la reina del entretenimiento. Teníamos unos cuantos canales y, si querías ver una película, tenías que esperar a que la emitieran. Si te perdías el inicio, mala suerte. Y las cintas de vídeo VHS… ¡Qué maravilla! Grababas tus programas favoritos, pero tenías que rebobinar las cintas manualmente. Si querías alquilar una película, ibas al videoclub y rezabas para que no estuviera alquilada. ¡Ah, los tiempos en los que la tecnología nos mantenía en forma!

Y antes de los mandos a distancia, tenías que levantarte del sofá cada vez que querías cambiar de canal o ajustar el volumen. ¡Eso sí que era un buen ejercicio! Los niños de la casa solían ser los encargados de hacer de «mando humano» para los adultos. ¡No te movías del sofá, pero a los peques les tocaba ir y venir!

Música a la carta: del walkman al MP3

El walkman era el compañero inseparable de muchos. Llevabas tus cintas de cassette y, si querías cambiar de canción, tenías que rebobinar y avanzar manualmente. Luego llegaron los discman, con la promesa de la calidad digital, aunque cualquier movimiento en falso hacía saltar el CD. Y los primeros reproductores de MP3, con capacidad para unas cuantas canciones, eran un verdadero lujo. Hoy llevamos miles de canciones en el móvil y podemos escuchar lo que queramos, cuando queramos. ¡Qué maravilla!

Conclusión

Hoy, cuando nos quejamos porque el WiFi va un poco lento o porque la batería del móvil se agota rápido, deberíamos recordar esos tiempos. Hemos avanzado muchísimo y, aunque a veces no lo parezca, somos unos auténticos privilegiados. Así que la próxima vez que escuches a alguien quejarse de la tecnología, recuérdale cómo eran las cosas hace unos años. Seguro que se le escapa una sonrisa nostálgica. Y quién sabe, tal vez hasta eche de menos el sonido del módem conectándose a internet. ¡Qué tiempos aquellos!

¿Y vosotros, qué recuerdos tenéis de la tecnología de antaño? ¡Dejad vuestros comentarios y compartid vuestras anécdotas!

3 respuestas a «Drama digital: La tecnología de nuestros recuerdos»

  1. Avatar de jose manuel caicedo marquez
    jose manuel caicedo marquez

    ESTAMOS inmersos en la nueva era de la revolución digital…¿SERÁ PARA MEJOR? seamos optimistas y pensemos que si, saludos

  2. Avatar de José Manuel Caicedo
    José Manuel Caicedo

    Recuerdo en tu casa que poníamos el cable no existía el wifi 🛜 jaja y nos metimos en una pagina que nos decía cuando íbamos a morir que bien lo pasábamos en tu 🏠 casa un beso grande fan de tu web jejee
    De hecho el primer mail que tengo me lo hiciste tú con 19 añicos y es el que tengo único 😁🛜✒️😀😘

    1. Avatar de María E.

      Que grandes recuerdos!! Que jóvenes éramos! 🫶🏻

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