Diario de una madre: agotada

por | Abr 24, 2025 | 0 Comentarios

No sé ni por dónde empezar. Llevo unas dos semanas sin publicar nada, y no es por falta de ganas, ni por bloqueo creativo, ni por falta de temas. Es, simple y llanamente, porque no puedo con mi alma. Estoy agotada. Pero de ese agotamiento profundo, que no se quita con una siesta ni con un café doble. De ese que se mete en los huesos y te hace dudar de si pusiste sal en la comida o era azúcar.

Mi hijo, que no durmió una sola noche del tirón hasta los 18 meses, lo contaba en el post Diario de una madre: Historia de noches sin dormir, de repente empezó a dormir como un bendito. También lo conté aquí: Diario de una Madre: ¡Ahora sí que duermo! Y yo pensé: “¡Se acabó la etapa zombie! ¡Vamos a recuperar horas de sueño!”. Ilusa de mí. Porque este último mes ha cogido la racha de los virus… Entre mocos, toses, fiebre y más mocos, no hemos dormido una noche entera. Ni una. Y aunque intentamos turnarnos, dormir 3 o 4 horas mal contadas y a trozos no es descansar. Es sobrevivir como buenamente se puede. No puedo con mi cuerpo.

Y luego está el día. No hay manera humana de que se relaje. Llora por todo, no quiere cenar, no quiere bañarse, no quiere vestirse… pero tampoco quiere no hacerlo. Está como permanentemente incómodo en su propio cuerpo, y nosotros en plan “¿y ahora qué le pasa?”. Es como si la combinación de mocos y sueño acumulado lo convirtiera en una orugrita (seguro que los fan de los Simpsons se acuerdan de ella).

Aunque él esté en la guardería por las mañanas trabajar en estas condiciones ya ni sé cómo lo hago. No es tanto que trabaje desde casa o no, es que trabajar con el cerebro a medio gas es una odisea. Porque mi trabajo será sentado, sí, pero requiere pensar, resolver cosas, estar atenta… y cuando llevas noches sin dormir y encima estás emocionalmente agotada, concentrarte es muy difícil. Cada tarea cuesta el triple, y cada error se siente como el apocalipsis.

Y no, ya nadie me dice eso de “duerme cuando él duerma”, gracias a todos los dioses. Pero hay otras frases que también me llegan al alma. Como ese “aprovecha cuando esté tranquilo para descansar un poco”. ¿Cuándo? ¿Durante esos 7 minutos y medio en los que juega solo mientras tú aprovechas para ir al baño corriendo como si fueras a perder el tren? Venga, hombre.

Estoy en un punto que me dormiría de pie o sentada, da igual. Y eso que solo tengo uno… no quiero ni imaginar cómo lo hacen quienes tienen dos, tres o más. Yo creo que directamente han trascendido a otro plano de existencia. Pero aún así, aquí estoy, escribiendo, porque necesitaba dejar esto por escrito. Porque estoy cansada. Mucho. Pero sigo. Y eso, aunque no lo parezca, también cuenta como logro.

La vida con peques es preciosa, sí. Pero también agotadora hasta decir basta. Así que hoy, no hay consejos, ni ideas brillantes. Solo esto: estoy cansada. Y si tú también lo estás, no estás sola. Que a veces con saber eso, ya se lleva un poquito mejor.

Y vosotros, ¿cómo lo lleváis? ¿Estáis también en modo “supervivencia”?

Artículos relacionados

0 Comentarios

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: vitanzia.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Hostinger que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.