La margarita es símbolo de pureza y frescura, una flor humilde que siempre transmite alegría.

En esta colección he querido conservar toda su sencillez atrapándola en resina transparente, donde cada pétalo queda suspendido como en un instante detenido.

• Colgante en lágrima, con margaritas pequeñas que se abren en distintas posiciones.
• Pendientes en lágrima, donde la flor queda recogida de manera delicada dentro de la resina.
• Llavero doble en forma de corazón, dos mitades unidas por la misma flor, como si compartieran raíz.

Cada pieza está hecha a mano, con flores auténticas, lo que hace que ninguna sea igual a otra.