Queridos Reyes Magos:
Este año me he portado muy bien. He cambiado pañales a velocidad récord, he recogido juguetes a diario como si fuera mi deporte oficial y he aguantado estoicamente canciones infantiles en bucle sin perder la cordura (creo). Por eso, creo que merezco que echéis un vistazo a mi lista de deseos:
1. Que mi hijo se deje cortar las uñas de los pies sin que parezca que estoy cometiendo un delito. Sólo quiero que esas pequeñas garras no acaben destrozando más calcetines (ni mis brazos).
2. Que se deje lavar el pelo sin que parezca que estamos sacrificando un cordero. En serio, no hay champú que justifique tanta tragedia.
3. Que el tiempo pase más lento. Este deseo es para mí. No quiero que mi peque deje de crecer, pero sí poder saborear más cada sonrisa, cada palabra nueva y cada abrazo antes de que se conviertan en recuerdos.
4. Que no se ponga malito. Cada vez que lo hace, es como si el mundo se parase. Su carita triste, las noches en vela y esa impotencia…
5. Ya que estamos, un día para dormir hasta las 11. Sé que pido mucho, pero a veces me despierto antes que él por inercia, y ya puestos… ¡quiero recuperar esas mañanas de no saber en qué día estoy!
6. Que el robot aspirador deje de ser su mejor amigo. Entiendo la fascinación, pero un día me voy a tropezar con él y acabaré escribiendo la carta desde urgencias. Además estaría genial poder volver a usarlo aunque el peque esté en casa
7. Que los juguetes más ruidosos se queden sin pilas de fábrica. Por favor, por el bien de mi cordura.
8. Y ya que estamos soñando: que la ropa deje de encogerse de un día para otro. No es posible que esos pantalones que le quedaban perfectos hace dos semanas ahora le vayan como shorts.
En fin, no sé si alguno de estos deseos entrará en vuestro presupuesto, pero si no, no pasa nada. Si no podéis concederme todo… Con que mi hijo siga sano, feliz y repartiendo abrazos con su risa contagiosa, me basta. Eso sí, lo de las uñas y el pelo, por favor, intentadlo.
Os dejo las galletas y la leche… pero cuidado con el robot, que últimamente también intenta llevárselas él.
Con cariño.
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